"Queso ciego y pan con ojos, quitan a mi hijo los enojos"
Mi amiga Ambra me trajo este
fantástico queso de Italia, que tanto me gusta y que nunca me falta para hacer
pesto y algunos platos gratinados.
Solemos relacionar este queso
como un condimento para pastas o para gratinados, pero Ambra me dijo que en
Italia también se sirve como un aperitivo o postre, por ejemplo aderezado con
miel.
La elaboración del queso
Parmesano (Parmigiano Reggiano), queso italiano con Denominación de Origen
Protegida, es elaborado en su mayoría con leche de vaca de la raza frisona, raza
vacuna procedente de la región frisosajona (Alemania y Países Bajos) que se
introdujo en Italia en el siglo X.
El queso Parmigiano
Reggiano o queso parmesano, se produce en Italia, en las regiones de
Parma, Reggio Emilia, Módena, Bologna y Mantova, aunque la historia señala su
origen en la provincia de Reggio Emilia, concretamente en los monasterios y
castillos de la Diócesis
de Parma, de ahí su nombre.
En la Edad Media los monjes
benedictinos de San Giovanni (Parma) y San Prospero (Reggio Emilia) elaboraban
los grandes quesos que debían ser sometidos a una larga curación, la misma que
se realiza actualmente, de entre 12 y 24 meses, aunque algunos quesos se
mantienen más tiempo madurando.
Sencillo y fantástico
aperitivo o entremés, para el que también he utilizado miel de caña “Ingenio de
Nuestra Señora del Carmen”, miel fabricada en Frigiliana desde hace 75 años y única
existente en Europa.
Ingredientes:
-
Queso Parmesano
-
Miel de caña
Elaboración:
Muy fácil.
Solo cortar el queso, emplatar y añadir miel por encima al gusto de cada uno.
Servir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario