jueves, 11 de febrero de 2016

Mejillones al Vapor


"Soy pequeño y alargado, en dos conchas colocado, como no puedo nadar, me pego a las rocas del mar‭"

            El mejillón es un gran molusco al alcance de todos. De bajo precio, gran tradición culinaria, sobre todo en Galicia donde mayormente se cultiva, y con mucho recetario.
            Esta es una de las recetas mas famosas y fáciles, a priori, de cocinar los mejillones, la dificultad está en dar el punto justo de cocción o nuestros mejillones perderán todas sus cualidades.
            Es fácil ver tapas a base de mejillones en nuestros bares, igual de fácil que encontrarlos sobrecocidos, con texturas chiclosas y mermados su sabor.
            Tuve oportunidad, hace años, de visitar las bateas de cultivo en las mismísimas Rías Baixas de Galicia y de comerlos allí mismo. Impresionante.

Ingredientes:
-         Mejillones
-         2 hojas de laurel
-         Vino blanco, fino, manzanilla, albariño….., o similar
-         Sal



Elaboración:
            Limpiar muy bien los mejillones de restos de pelos, barbas y adherencias de su cultivo. Pasarlos bien bajo el agua del frío para retirar residuos.
            Colocar los mejillones en una olla, salar un poco, añadir dos hojas de laurel y un buen chorrete de vino. En mi caso utilice un fino montilla-moriles.
            Poner el fuego al máximo y tapar la olla.
            Pasados unos minutos y comience a salir vapor, ir destapando de vez  en cuando para controlar como se van abriendo, pero procurar no abrir demasiado para evitar perdidas de temperatura y vapor.
            Remover un par de veces para que todos se vayan abriendo por igual.
            Una vez abiertos contaremos entre 3 y 7 mt dependiendo del resultado que mas nos guste. A mi no me gustan muy hechos, pues cuanto menos hechos más jugosos, aunque tampoco nos interesan queden crudos. Por ello los dejo 3-4 minutos.
            Ir sacándolos conforme vayan cumpliendo su tiempo de cocción.
            Retirar la concha que queda vacía.
            Otra cuestión. Si queremos que queden un poco secos, sin mucho liquido o húmedos, colocar un paño seco por encima y reservar. Por el contrario, si los queremos con mas humedad o jugo en el mejillón, colocar un paño húmedo por encima. De las dos formas quedan igual de bien.
            Una vez templados o un poco calientes, estarán en su punto óptimo.
            Servir.

Notas:
            Como habéis podido ver, hay algunos detalles de los cuales depende tener unos mejillones al vapor de categoría o por el contrario una buena comida para nuestro gato.
            La temperatura óptima de consumo es templado o un poco calientes, si es que los vamos a comer recién hechos. Si los vamos a comer con posterioridad, es inevitable comerlos fríos, pues los tendremos que refrigerar para su conservación.





                        

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