Ésta receta, o mejor dicho, esta técnica, es originaria de Japón. Debe su nombre al método de cocción de los huevos, pues
los meten en manantiales de agua caliente y los mantienen allí durante 1 hora
aproximadamente. Gracias a la temperatura constante consiguen esa textura característica.
Onsen = Manantiales de aguas
termales
Tamago =
Huevos
Los grandes
chef de todo el mundo se hicieron eco de este método de cocción y lo recogieron
para sus elaboraciones. Los cocinan en un roner o sous vide. Yo lo hice en el mio casero, que ya presenté en otras recetas anteriores.
Dicen, que es una de las formas más sorprendentes e increíbles de comerse un huevo. Como todo, cuestión de gustos, aunque a mi me encantaron.
Dicen, que es una de las formas más sorprendentes e increíbles de comerse un huevo. Como todo, cuestión de gustos, aunque a mi me encantaron.
Es
importante acompañarlo con algo que le vaya bien. Yo lo salpimenté y lo puse
sobre una cama de champiñones salteados.
Ingredientes:
-
2 huevos
Elaboración:
Sacar los
huevos del frigo un buen rato antes para que templen.
Meter en
agua a 63º durante 1 hora.
Quitar la cáscara
con mucho cuidado.
Servir.
Notas:
El
acompañamiento puede ser de lo más variado.
Importantísimo
que los huevos sean súper frescos. Para comprobar si un huevo esta fresco,
sumergirlos en agua, si se mantiene en el fondo horizontalmente, es fresco. Si
se mantiene en el fondo verticalmente, ya no es tan fresco.
Depende del resultado que queramos, incrementaremos unos grados la temperatura, no mas de 70, o variaremos el tiempo. Yo hice dos, uno lo mantuve 45 mt y otro 60. El resultado de los 60 mt me gusto más.
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