viernes, 4 de julio de 2014

Clafoutis de Cerezas

 

            Esta es una típica tarta francesa. Lo mas común es comerla de cerezas, pero en algunas zonas también de elaboran con manzanas, ciruelas, peras o uvas pasas. Joan Roca la popularizo haciéndola de albaricoque.
            Preferiblemente se hace sin quitar el hueso a las cerezas, pues se potencia su sabor si se deja con él, aunque es más incomoda de comer.
            Eleva el ánimo. Las cerezas incrementan la producción de serotonina, lo que aumenta la sensación de bienestar y favorece la relajación
            Para dormir mejor. Las cerezas aumentan los niveles de melatonina, la hormona que regula el sueño, de esta forma te ayuda en el descanso nocturno

Ingredientes:
-         200 gr. de nata de montar
-         3 huevos
-         90 gr. de azúcar
-         60 gr. de avellanas tostadas
-         20 gr. de harina de repostería
-         200 gr. de cerezas
-         Azúcar vainillada
-         Agua de azahar



Elaboración:
            Deshuesar las cerezas. Para ello hay un truco: quitar el rabito de la cereza y con una pajita de las anchas, empujar por la parte del agujerito que queda hasta que arrastre el hueso saliendo por la parte de atrás. Reservarlas
            Batir los huevos y añadir el azúcar. Mezclar bien. Incorporar las avellanas que previamente habremos molido, unas gotas de esencia de azahar y volver mezclar bien.
            Incorporar la nata y la harina, que la iremos añadiendo poco a poco tamizándola con un colador mientras vamos batiendo, así evitaremos que queden grumos.
            Precalentar el horno a 180º.
            Preparar el molde untándolo con mantequilla e impregnándola con harina, retirando el excedente.
            Colocar las cerezas por el molde e incorporar la mezcla. Por ultimo, espolvorear por encima con el azúcar vainillada.
            Meter al horno unos 30 mt. Ir pinchándola para comprobar el estado de cuajado de la misma, reduciendo o prolongando la cocción.
            Dejar enfriar.
            Servir.

Notas:
            Una vez horneada, le queme un poco más la azúcar de la superficie con el soplete de cocina.
            Se puede comer templada o enfriada en el frigorífico.
            En teoría no debe subir apenas, aunque en mi caso subió un poco, estropeando un poco la presencia de la misma, pues quedaron marcados los agujeros donde estaban situadas algunas cerezas. Quizás un poco menos de temperatura hubiese ofrecido un mejor resultado.

            El estado de cuajado debe ser el justo, para no quitar jugosidad al pastel.




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