viernes, 24 de octubre de 2014

Base de Pizza Casera.....y Pizza de Piquillos y Setas.

 

            La pizza es de los platos más internacionales que existen. Raro es el lugar donde no exista una pizzería. Generalmente su calidad es aceptable, pero cuando probamos una de algún sitio especializado……, nuestro concepto cambia.
            Hay establecimientos cuyas pizzas son autenticas maravillas. Pizzas excepcionales. Italia es la cuna de la pizza, donde he tenido la oportunidad de comer autenticas maravillas, como en la reconocidísima Pizzería La Montecarlo de Roma o la pequeña Pizzería L’Angelo de Venecia. Ésta ultima, una maravilla.
            Hago muchas pizzas caseras en mi casa, no compro nunca pizzas congeladas, solo las bases. Ni que decir tiene, que la clave esta en la masa, el tomate y el queso, pues los demás ingredientes son al gusto de cada uno, aunque también cuenta su calidad, claro esta.
            Un tomate casero elaborado especialmente para la pizza, multiplica infinitamente la calidad de la misma. Garantía de éxito. Nada que ver con el tomate frito. Ya pondré la receta del tomate mas adelante.
            Nunca había hecho la base y aunque he elegido una receta básica para mi primer contacto con la elaboración, he de decir que también mejora mucho la calidad en comparación con las congeladas. El problema es el tiempo que hay que invertir para hacer una base, pero para un día tal cual, para salir de un apuro si no tenemos congeladas, o para comernos una de buena calidad, merece la pena.

Ingredientes para 1 unidad:
-         100 gr. de agua tibia
-         150 gr. de harina de fuerza
-         ½ cucharadita de café de sal
-         ½ sobre de levadura en polvo o 10 gr. si es fresca.
-         8 gr. de aceite de oliva v.e.


Ingredientes para la pizza:
-         3 piquillos
-         2 setas
-         3 lonchas que york
-         Cebolla
-         Alcaparras en vinagre
-         Mozzarella
-         Tomate casero para pizza
-         Sal
-         Aceite
-         Orégano


Elaboración:
            En un bol, echar la harina tamizada, la levadura y sal. Mezclar un poco.
            Hacer un volcán en medio y añadir el agua tibia y el aceite.
            Amasar 5 mt. en el bol. Después, continuar amasando otros 5 mt. en la encimera. Durante el proceso de amasado, iremos espolvoreando con pequeñas cantidades de harina de vez en cuando, tanto la masa como la encimera, hasta evitar que se nos quede pegada a los dedos y la encimera.
            Hacer una bola y colocarla en el bol. Tapar con film o un paño limpio y reservar en un lugar calido durante 40 o 60 mt. La masa debe aumentar su volumen casi hasta duplicarse.
            Volveremos a amasar la masa con suavidad, durante 2 o 3 mt.
            Extender la masa con un rodillo y dar la forma que queramos.
            Si optamos por una masa fina y crujiente, reposa 10 mt el disco antes de colocar los ingredientes. Después hornear entre 250 y 290 grados hasta que este hecha.
            Si optamos por una masa mas esponjosa y gruesa, reposa 40 mt el disco para que vuelva a fermentar, cubre con los ingredientes y hornea a 220º hasta que este hecha.
            Sobre la base, extender que tomate y repartir el queso. Añadir el piquillo, setas y york en tiras y la cebolla picada. Completar con las alcaparras, orégano, un poco de sal y regar con unos hilos de aceite.
            Hornear.
            Servir.

Nota:

            A la masa, se le pueden integrar y añadir muchos ingredientes, condimentos y especias para dar sabores distintos.






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