Ingredientes para dos:
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½ Kg. de cañaíllas
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1 lt de agua
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100 gr. de sal
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2 hojas de laurel
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½ copa de manzanilla.
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Agua
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Hielo
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Sal
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Vinagre
Elaboración:
Disolver un
puñadito de sal y un poco de vinagre en un cuenco con agua. Meter las cañaíllas
y mantenerlas un par de horas para que suelte las babas. Pasado ese tiempo,
tirar el agua, añadir agua nueva y removerlas bien para que suelte mas babas,
repitiendo esta ultima operación 4 o 5 veces, pues suelta bastante suciedad. También
se pueden remover bajo el grifo abierto mientras corre el agua durante unos
minutos.
Preparar un
bol con agua fría y un puñado de sal disuelta, añadir hielo para que enfríe
bien.
Calentar el
litro de agua con los 100
gramos de sal, la manzanilla y el laurel. Cuando hierva,
incorporar las cañaíllas y cuando vuelva a hervir, mantener 3-4 minutos.
Inmediatamente después, escurrirlas meterlas en el agua con hielo, donde las
tendremos 5 minutos. Volver a escurrirlas y ya están listas.
Reservarlas
20-30 minutos en el frigo, con un trapo húmedo por encima.
Servir.
Notas:
Opcionalmente,
comérselas con unas gotas de limón.
Es más
cómodo sacar el bicho con la punta de otra cañaílla que con un palillo, pues
suelen estar bien sujetas a la concha. Hay utensilios específicos para tal
menester.
Las
cañaíllas al ser cocidas, es un molusco que desprende un olor desagradable, lo
que no significa que estén en mal estado. Hay personas que se confunden.
Según
Wikipedia, de sus glándulas
branquiales los antiguos fenicios extraían el tinte purpura que sirvió para
teñir vestiduras de las clases superiores (emperadores, reyes y sacerdotes),
siendo muy apreciado en la antigüedad y valiendo más que el oro.
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