Madre mia,
como cunde una col lombarda, no se acaba nunca!, da para un montón de platos.
Poseen
efectos anti anémicos, diuréticos, energéticos, pectorales, béquicos,
reconstituyentes, remineralizantes y vermífugos. Contienen vitaminas A, B1, B2,
B5, C, E, K y PP. En su composición mineral destaca el calcio, pero también
contiene bromo, azufre, cobre, cloro, hierro, magnesio, manganeso, fósforo,
potasio, sílice, yodo y cinc. Como la mayoría de las coles posee grandes
virtudes terapéuticas, las cuales se usaban desde antiguo en emplastos para
aliviar hinchazones, contusiones, tumores o articulaciones doloridas. Se
utilizaba también como antídoto para aliviar los efectos del alcohol, para
combatir la melancolía y para limpiar heridas infectadas. Además, se las daban
a las mujeres embarazadas antes de dar a luz para asegurar una buena producción
de leche.
Ingredientes para dos:
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Col lombarda
-
¼ de cebolleta o cebolla
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Maiz
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1 zanahoria
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Un puñadito de piñones y pistachos
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½ yogur natural
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2 cucharadas de zumo de limón
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Pimienta negra
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2 cucharadas de aceite
-
1 cucharada de tahini
-
Sal
Cortar en
juliana la cebolleta, zanahoria y lombarda. Mezclar junto con el maiz y
emplatar. En el caso de que utilicemos cebolla, mejor dejarla 10 minutos en
agua para que pierda potencia.
Tostar en
una sartén los piñones y reservarlos. Los pistachos ya están tostados.
Realizar la
salsa para el aderezo. Para ello, mezclaremos el yogur, limón, pimienta,
aceite, sal y tahini. Probar y rectificar al gusto. Salsear la ensalada. Añadir los piñones y pistachos por encima.
Servir.
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