Esta rica receta
árabe cada vez tiene mas protagonismo en nuestra gastronomía, es ideal como
aperitivo, presentado por ejemplo, en tostas con aceitunas o con “verduras crudites”, que son verduras cortadas en bastones y crudas o hervidas en agua un
par de minutos y refrescadas con agua fría.
Es tan importante
esta receta que los israelíes, palestinos y
libaneses llevan años peleándose por la paternidad del hummus (entre otras
muchas cosas, desgraciadamente). La guerra comenzó cuando Israel empezó a
exportarlo como si fuera un invento nacional propio. Entonces Líbano decidió
demandar a sus vecinos por ello ante la justicia internacional. No se oponían a
que el plato se denominara como una “especialidad de Oriente Próximo”, pero
calificaban de “increíble” que Israel se arrogara la invención del mismo. Israel batió el
récord Guinness del plato más grande de hummus como acto de
reafirmación. Líbano contraatacó haciendo uno aún más
grande (cinco toneladas), iniciando una guerra que deja el conflicto entre Villarriba y Villabajo en
una riña de patio de colegio. Terceros en discordia, los palestinos, que
reclaman hacer “el mejor hummus del mundo” y presentan esta supuesta virtud
como prueba de paternidad irrefutable. Información obtenida del blog de Mikel López Iturriaga.
¿Curioso, eh?
Ingredientes:
-
200 gr. de garbanzos cocidos
-
½ limón
-
1 cucharada grande de tahini
-
1 ajo pequeño
-
1 cucharadita de comino
-
Perejil
-
Liquido de la conserva de los
garbanzos o del caldo de la cocción.
-
Sal y aceite
Elaboración:
Meter
en la batidora los garbanzos, el zumo del limón, el tahini, ajo, sal, comino y
un poco del caldo. Batir e ir añadiendo caldo hasta conseguir la textura
deseada, que debe ser espesa. Rectificar.
Emplatar
en un cuenco y regar con un poco de aceite de oliva, perejil y pimentón dulce
(opcional)
Servir.
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